Creo que una de las cosas que hemos tenido que aprender en estos meses fue a tener paciencia, desarrollarla es importante para vivir de una manera serena y saludable. Hay cosas que llevan tiempo en la vida y estamos tan acostumbrados a vivir nuestros días a un ritmo frenético, a hacer todo rápidamente que nos hemos olvidado de lo importante que puede ser, en algunos momentos, hacer una pausa.
¿Sabían que la impaciencia puede generar hostilidad, intolerancia, rabia, frustración y tensión? Sin mencionar que nos impide disfrutar del momento presente. No siempre es fácil, pero practicarla es posible, hay hábitos y estrategias que pueden ayudarnos a ser más pacientes. Vivimos bajo estrés todo el tiempo y tomarse un momento para no pensar en nada es saludable y necesario para disfrutar plenamente de todo lo que nos rodea. Se dice que la paciencia es "la virtud del fuerte" pero también es "el arte de saber esperar" ... .. el arte de mantener la calma en medio de las tormentas. Tener paciencia no significa estar inactivo, no significa perder el tiempo, se trata de ir más despacio, mantener la calma, disfrutar del aquí y ahora, tomarse un respiro. Siempre estamos tan enfocados en hacer muchas cosas en poco tiempo, en mi cocina es exactamente lo contrario ... a veces hay que olvidar la existencia del tiempo. Preparar pan, pizzas y focaccia, bollos y brioche suaves y esponjosos es parecido a los que nos pasa en la vida, una metáfora, es el arte de la paciencia. Para obtener excelentes resultados, no se debe tener prisa, muy por lo contrario, es necesario esperar.... tener paciencia. El trabajo que hago me ha llevado a observar los significados que la comida, con sus transformaciones, trae consigo desde un punto de vista sensorial y emocional, transformaciones que afectan positivamente tanto al cuerpo como a la mente. La comida y la cocina son herramientas preciosas, capaces de generar cambios significativos. Cocinar facilita la recuperación de algo que se ha perdido. Estos bollos tienen están deliciosos, son esponjosos y ligeros, cuando se preparan masitas dulces como estas la satisfacción una vez horneados es indescriptible. Ingredientes: Para preparar el poolish (o prefermentado): 200 ml de leche tibia 80 g de harina de fuerza 25 g de levadura fresca 1 cucharada de azucar Para la masa: el poolish 4 yemas de huevo 80 g de azúcar ralladura de la cascara de 1 limon 300 g de harina de fuerza 80 g de mantequilla a temperatura ambiente Primero, preparar el prefermentado mezclando la leche con la levadura, el azúcar y la harina. Déjar reposar hasta que duplique su volumen. El tiempo depende tanto de la temperatura que tenganen el ambiente como de la calidad de la levadura. Una vez que haya subido, remover y dejar reposar por segunda vez esperar que vuelva a subir. Verter el poolish en un bol grande, agregar las yemas de huevo, el azúcar, la sal y la ralladura de limón y mezclar bien. Agregar la harina y amasar hasta obtener una masa suave y homogénea. Tardará unos 15 minutos, al principio la masa puede ser un poco pegajosa pero poco a poco irá adquiriendo consistencia. Agregar la mantequilla e integrar bien. Poner la masa en un recipiente cubierta con papel film y dejarla leudar durante aproximadamente 2 horas y media. Cuando la masa esté lista, verterla sobre una superficie y amasarla durante unos 5 minutos. Dividirla en 12-15 trozos, según el tamaño que quieran que tengan sus bollos, formar bolitas y ponerlas a leudar en un molde enmantecado, dejando poco espacio entre uno y otro. Tendrán que duplicar su volumen (eso tardará poco más de una hora). Antes de meterlos al horno, pintar la superficie con clara de huevo. Hornear en horno precalentado a 180C durante 20 minutos. Después de sacarlos del horno, déjarlos enfriar sobre una rejilla. Un consejo....no resistan a la tentacion de probarlos calentitos 😀 se mueren lo rico que están!
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