Se estarán preguntando ...... ¿qué tiene a que ver la cocina con los niños inquietos?
No todos saben que la cocina juntos con las otras experiencias de aprendizaje que los niños viven cada día es una actividad que le permite llegar a desarrollar de forma agradable y creativa capacidades relacionadas con el conocimiento de si mismo, el autocontrol y el aprendizaje de las reglas. El simple acto de cocinar de instrumento de diversión y juego puede convertirse en una herramienta para comprender quiénes son, para expresar sus sentimientos, emociones, molestias que a menudo los niños no son capaces de expresar verbalmente pero manifiestan con su actitud y comportamientos. Puede ayudarlos a descargar ansiedad y tensiones y hacer que aprendan, sin darse cuenta, a trabajar en sus emociones y poner en practica estrategias de autocontrol. Un niño psicológicamente sano básicamente es un niño tranquilo, optimista, empático, capaz de vivir siempre emociones positivas. Entonces detengámonos un momento antes de enojarnos, arretarlos o obligarlos a hacer algo que no les gusta hacer, escuchamos. A menudo olvidamos cuáles son sus necesidades, nos volvemos impacientes e intolerantes frente a algunas de sus actitudes. Educar a un niño inquieto, nervioso, caprichoso puede ser una tarea difícil, entonces qué estrategias podemos adoptar para no reforzar este tipo de comportamiento? Si no ha probado todavía es el momento, y no importa si prepararan pan o pizza, tortas o galletas, lo importante es ofrecerles un espacio relajante y creativo y dedicarles tiempo y atención. Es una "técnica" eficaz que mejorará en gran medida el comportamiento de sus hijos. Seguro es un setting un poco diferente a lo que normalmente están acostumbrados cuando piensan en actividades relacionadas con la psicoterapia, pero tal vez esto es exactamente lo que la hace única y original: la posibilidad de acceder a la mente y al mundo de las emociones a través de un mundo hecho de sabores, aromas y sensaciones.
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